24/04/2024

ESPACIOTECA

Educación

Un desafío “padrísimo” a las restricciones

4 minutos de lectura

En 7 de cada 10 contagios en Córdoba hay una reunión social o familiar como situación más probable de exposición al virus. Los encuentros en casas o departamentos, sin distanciamiento y sin uso de barbijos, son de manera estable, desde hace muchos meses, el “Pareto” del Covid.

La expresión alude a una regla estadística introducida por el sociólogo y economista italiano Vilfredo Pareto, que se puede resumir de esta manera: el 20 por ciento del esfuerzo produce el 80 por ciento de los resultados. O, dicho de otra manera: el 80 por ciento de las consecuencias proviene del 20 por ciento de las causas.

El 80/20 no es estricto. Puede ser, como verifican las investigaciones epidemiológicas locales, un 70/30. En ese 30 que no se explica por reuniones sociales y familiares, entran los contagios en espacios laborales, en ámbitos de estudio y en prácticas deportivas, en el transporte o en eventos que congregan personas, como las celebraciones religiosas.

Dicho esto, se entiende por qué en el esquema de flexibilizaciones dispuesto no se consideró el permiso para reuniones por el Día del Padre. Ni siquiera, como pedían algunos intendentes, acotadas al círculo más pequeño de padres e hijos no convivientes. Habrá que ver este domingo si son sinónimos de que efectivamente no se autoricen y se prohíban.

Es una expresión típica nombrar a un momento de quiebre como “la madre de las batallas”. En consideración de la fecha, habrá que apelar a un término mexicano, más androcéntrico, para describir lo que se viene: un desafío “padrísimo”.

Con casi dos semanas de restricciones encima, Córdoba apenas redujo un 12 por ciento los casos activos, no se desocupó una sola cama en terapia intensiva y acumula 595 muertes, un número similar al que se registró en todo mayo, que a su vez era hasta aquí el peor mes en mortalidad por Covid en el año.

Pero hay otra forma de medir los resultados de dos semanas de limitaciones: no sólo contabilizar lo que bajó, sino lo que evitó que se sume. Se suelen desestimar estos razonamientos por tacharlos de contrafácticos: cosas que no sucedieron. Pero la pandemia mostró tantas veces su regularidad estadística que sí es posible estimar cuántos contagios se evitó sumar a la escalada que había llevado en Córdoba a duplicar los casos activos entre el 15 de mayo y los primeros días de junio.

En ese lapso, pasó de 20.063 confirmados en el acumulado de los últimos 14 días a un pico de 44.653 casos activos el 4 de junio. Según Sergio Konig, especialista en innovación de la Salud y miembro del comité de expertos que asesora a la Provincia, las restricciones lograron frenar la aceleración de contagios y evitaron que se llegue a picos de siete mil casos diarios. En el período de las restricciones que terminaron ayer, los casos activos bajaron de 41.718 a 36.510.

En los días que siguen, la curva en el descenso de nuevos casos se tensará por el impacto de las reuniones familiares que de todos modos se harán, aunque no estén permitidas, y cuyos resultados se comenzarán a percibir desde el miércoles y jueves próximo, si se tiene en cuenta que la demora promedio de consulta en Córdoba está entre tres y cuatro días del contacto estrecho o la situación de contagio.

Y no sólo por eso. También desde este lunes habrá que contabilizar cuánto se traduce en nuevos contagios el aumento de la circulación admitido al liberar actividades restringidas durante los últimos 15 días: comercios no esenciales, bares y restaurantes, paseos de compras, guarderías y hasta la actividad presencial en escuelas en localidades de menos de 30 mil habitantes. Si cada restricción no resulta inocua para disminuir la circulación de personas y del virus, no hay por qué desestimar que cada flexibilización no vaya en el sentido inverso.

Pero no hay mucho más en la caja de herramientas sanitarias. Esto y apostar a las vacunas. En las próximas semanas comenzarán a activarse los anticuerpos de las últimas tandas grandes de vacunados en el grupo de edad de la población económicamente activa, que son los que más circulan y más se contagian. De este modo, comenzarán a quitarle territorio de expansión al virus.

Hasta este viernes, estaban cubiertos dos de cada 10 cordobeses de entre 35 y 39 años. Esta proporción va creciendo por edad: entre 40 y 44 ya están vacunados cuatro de cada 10; entre 45 y 49, la mitad, y entre 50 y 54 años, el 69 por ciento. Y si se cumplen los anticipos de la Nación, la semana próxima llegarán cerca de 250 mil dosis para seguir dejando sin huéspedes vulnerables al Sars-Cov-2.

Read MoreLa Voz

Deja un comentario

Descubre más desde ESPACIOTECA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo