26/04/2024

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El mal funcionamiento de internet en Sierras Chicas suma quejas de los usuarios

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“Se corta todo el tiempo”. “La señal va y viene”. “El servicio es muy lento”. Esas son algunas de las frases que se escuchan a diario cada vez que se habla sobre el funcionamiento de internet en Sierras Chicas.

Desde hace años, las quejas de los usuarios por el servicio crecen a medida que también lo hace la población de las localidades de esta zona del Gran Córdoba.

Ahora, con la pandemia, esta situación se agravó por el uso de la conectividad para realizar home office, las clases virtuales y videoconferencias, entre otros requerimientos virtuales.

El servicio es lento, intermitente y caro para los usuarios, quienes tienen que hacer malabares para conectarse. Incluso hasta “negociar” el ancho de banda con la familia.

Y para quienes tienen trabajos críticos, como por caso los programadores, se complejiza aún más. Algunos hasta tuvieron que mudarse o irse a trabajar a otros lugares.

Si bien las cooperativas y empresas están colocando fibra óptica en algunas zonas, la mayoría del servicio lo brindan por aire y por ADSL (línea telefónica).

Usuarios sufridos

“Me perjudica porque no puedo cumplir con mi trabajo. Reniego todos los días. Y me cobran 3.100 pesos por mes”, cuenta Carina Pantalena, vecina de Salsipuedes.

La modalidad de teletrabajo la beneficia, pero no tiene buena conectividad. “La solución que me dieron es aumentar la cantidad de megas, pero es caro”, se queja.

Los usuarios van cambiando proveedores a medida que van “probando” o consultando cuál es la mejor opción. Y a veces, esa única opción es cara, no hay disponibilidad o la tecnología es antigua.

Andrés Vázquez, vecino de Mendiolaza y desarrollador de software, relata que hace dos meses se cambió a una empresa proveedora del servicio que le ofreció un servicio de 100 megas para desarrollar bien su trabajo.

Para el especialista, el problema es la falta de competencia, inversión e infraestructura. “Hacemos malabares para tener conexión”, dice.

Santiago Bertone, vecino de Agua de Oro y empleado del sector tecnológico, relata: “El servicio de mi proveedor es malo, se corta mucho. Funciona para un trabajo estándar, pero no para mi caso, que tengo que hacer muchas reuniones por Zoom”.

Lo mismo le sucede a Carlos Hames, vecino de Los Molles, en La Granja, quien realiza trabajos de traducciones junto a su esposa.

Cuando se mudaron, solicitaron el traslado de su línea de teléfono, que demoró ocho meses en ser habilitada. Perdieron trabajos por no tener conexión y debieron usar los datos del celular.

En la antigua vivienda “teníamos 10 megas pero ahora, al estar más lejos de la central, nos llega un mega y nos cobran por 10”, expresa.

La misma experiencia vive la docente Clara Tair, de Río Ceballos. Por su trabajo y el de su familia, usa mucho internet. Contrataron un servicio por cable. “Los servicios de aire no llegan. Tienen cortes constantes y el costo es caro”, afirma.

Fibra óptica, una solución

No fueron pocos los usuarios que elevaron notas y juntaron firmas entre vecinos para pedir un servicio que les permita realizar las actividades sin sobresaltos.

En algunas zonas, la topografía impide la instalación de manera aérea. Y por eso muchos usuarios no tienen conexión o la señal no es óptima.

La fibra óptica sería una solución a este problema, pero la instalación de esta infraestructura en la región es lenta.

Lucy Páez, de barrio El Pueblito, en Salsipuedes, dice que ya “no reniega más” porque ahora tiene fibra óptica. “Ninguna empresa me facilitaba señal por la geografía, hasta que tuvimos la red óptica de la misma cooperativa”, explica.

Ángel Grandiller, psicólogo de Villa Sol, Salsipuedes, afirma que es la primera vez que tiene internet y es por fibra óptica, luego de 11 años de estar conectado por celular. “Averigüé en distintas compañías pero no podían instalarlo porque los árboles y la montaña bloqueaban la señal”, explica.

Una de las cooperativas que viene trabajando con esta tecnología es la de Salsipuedes. La presidenta de entidad, Mara Ciacci, manifiesta que con el teletrabajo y las clases virtuales “el consumo explotó”.

“Se está ofreciendo desde tres a 50 megas. De los 10 para arriba es con fibra óptica”, cuenta.

Y asegura que la “buscan la vuelta”, porque el costo de instalación es en dólares y para una cooperativa con fondos propios es muy difícil conseguir fibra.

De los 1.500 abonados, 100 tienen fibra óptica, 600 reciben el servicio por aire y el resto es por ADSL (teléfono fijo) que van reemplazando paulatinamente.

Su par de Agua de Oro, Victor Michelli, destaca que instalaron una primera etapa con fibra óptica y falta una segunda.

“Brindamos el servicio en Agua de Oro, Villa Cerro Azul y El Manzano. Tenemos el proyecto, una parte ya está, de instalar fibra óptica en las tres localidades”. De los 2.600 socios, 600 cuentan con internet, y de esos, el 30 por ciento tiene fibra óptica.

Agencia de Conectividad

En diciembre de 2020, el gobernador Juan Schiaretti anunció la creación de la Agencia Conectividad Córdoba, mediante un proyecto de ley, para administrar 2.391 kilómetros de fibra óptica instalados en la provincia.

De este modo, se busca garantizar que “internet y la fibra óptica lleguen a todos los rincones de Córdoba, así sean lugares no rentables”, expresó entonces el gobernador.

Los habitantes de Sierras Chicas siguen a la espera de contar con un óptimo servicio de conectividad.

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