26/04/2024

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El Ferrourbano arrancaría en septiembre, antes de las elecciones

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Tras varios meses sin novedades, todo indica que el Ferrourbano comenzaría a funcionar en septiembre, uniendo el noroeste de la ciudad de Córdoba con el Centro. Según se informó desde Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado (Fase), el convenio con la Municipalidad está a punto de firmarse, e inmediatamente comenzará a circular de manera experimental por 45 días.

El flamante presidente de Ferrocarriles Argentinos, Rodrigo Rufeil, aseguró que se están terminando los detalles del convenio, que se firmará con el intendente Martín Llaryora “en los próximos días”. En marzo pasado ya se había suscripto una carta de intención, pero en todo este tiempo no se registraron muchos avances.

Sucedió que en el medio falleció el ministro de Transporte, Mario Meoni, y finalmente Rufeil no fue nombrado en la Secretaría de Transporte Automotor, tal como esperaba el senador nacional Carlos Caserio.

Pero semanas atrás fue confirmado como presidente de Fase, el “holding” que agrupa a la Sociedad Operadora de Ferrocarriles Sociedad del Estado (Sofse), a la administradora de bienes Adifse, al Belgrano Cargas, a Playas ya Decaf, que se encarga del recurso humano.

Junto con Rufeil, impulsa el proyecto Gabriel Bermúdez, el exsubsecretario de Transporte nacional que es asesor de Sergio Massa en la Cámara de Diputados. Los dos se reivindican como parte del equipo de Caserio, que buscará ser reelegido en el cargo por el Frente de Todos, y que tendrá en el Ferrourbano una de sus cartas.

El tren urbano también fue una de las promesas de campaña del intendente Llaryora.

“La idea es que en el transcurso de los próximos días se pueda firmar el convenio y avanzar en el desarrollo de lo que ya se viene trabajando, para llegar con el Ferrourbano desde la estación del Paseo Rivera Indarte hasta Mitre”, afirmó Rufeil.

El proyecto sufrió algunas modificaciones respecto del que se había planificado originalmente, a finales de 2019. Por entonces, estaban previstas 10 estaciones entre el apeadero ubicado en la rotonda de Ricardo Rojas y Manuel de Falla y la estación Mitre, al frente de la Terminal de Ómnibus.

Debido a que por ahora hay sólo dos formaciones ferroviarias listas para prestar servicio, sólo estarán las paradas intermedias del CPC Argüello, Rodríguez del Busto, el hospital Neonatal y un apeadero nuevo que la Municipalidad deberá construir en el límite entre los barrios Alta Córdoba y San Martín, probablemente a la altura del paso a nivel de calle Bedoya.

El objetivo es que tenga buena velocidad comercial y que las duplas, con capacidad de más de 200 pasajeros, no se saturen. El tiempo que debería tardar es de 28 minutos en todo el recorrido.

Ese mismo tramo puede demorar en auto, en hora pico de día hábil, hasta una hora.

Con la firma del convenio, los trenes comenzarán a circular por las vías para comenzar a “acostumbrar” a los cordobeses a ese servicio. Ese funcionamiento experimental durará 45 días. Por eso, Rufeil dice que en septiembre ya estará el servicio en marcha.

Otro punto importante es que se podrá pagar con la tarjeta Red Bus. El precio del pasaje no podrá superar al del boleto urbano de pasajeros, hoy en 49,88 pesos. La administración y operación del servicio correrá por cuenta de Sofse.

Bermúdez aseguró que, a medida que se disponga de más formaciones, se irán habilitando otras paradas intermedias. En el proyecto figuran además un apeadero a la altura Monseñor Pablo Cabrera, Saavedra, Isabel La Católica, Palestina, Lavalleja, Roque Sáenz Peña, en la sede del Concejo Deliberante en el Abasto, y a la altura del puente Sarmiento.

En el medio hay 12 pasos a nivel, cuyos cortes estarán a cargo de la Municipalidad hasta que se vayan colocando las barreras automáticas.

El Ferrourbano coincidirá con algunos horarios del Tren de las Sierras, que parte desde la estación Alta Córdoba y llegará, en los próximos días, hasta La Falda.

Próximas etapas

“El objetivo es largar, y darle fuerza a la segunda etapa, que sí va a requerir más inversiones del Gobierno nacional”, aseguró Rufeil. Esa segunda etapa va desde la estación Mitre hacia el sudeste, bordeando el límite sur de barrio San Vicente.

Cruza la avenida Sabattini a la altura del Centro de Educación Vial y se dirige en paralelo por las vías de Malagueño-Cruz Roja-Baigorria hasta Estación Flores, pasando por Ciudad Universitaria y atravesando el sudoeste de la ciudad.

Como próximas etapas, están las habilitaciones de dos ramales: uno que continúa hacia el norte a la altura del Marqués Anexo, en paralelo a Mackay Gordon y que llega hasta Jesús María. El otro va desde Alta Córdoba hacia el este, por Bulnes y Malvinas Argentinas, que llega hasta Monte Cristo.

Según Rufeil y Bermúdez, el objetivo final es que Córdoba tenga un sistema metropolitano de trenes, que conecte con los ramales ya existentes a otras ciudades. Hay posibilidad de llegar hasta Malagueño, Alta Gracia, Despeñaderos, Río Segundo y Pilar, por ejemplo.

Una idea con más de 60 años

En 1958 aparecía la primera idea para un tren que aprovecharía el tendido férreo que atraviesa la traza urbana capitalina.

El 1º de abril de 1980, el intendente designado por la dictadura militar, el teniente coronel (r) Alejandro Gavier Olmedo, anunció la apertura de sobres con propuestas de consultoras para la confección del proyecto por el que se iba a realizar el llamado a licitación pública del “sistema ferrourbanístico”.

Gavier Olmedo señaló allí que el antecedente de la obra se remontaba a 1958, pero que recién en 1977 la Municipalidad comenzó las tratativas con Ferrocarriles Argentinos para el traspaso de las líneas férreas. Y había adelantado que a principios de 1981 estarían listos los pliegos para el llamado a licitación del sistema, que comprendía los 23 kilómetros que separan las estaciones Argüello y Ferreyra, ubicadas al noroeste y al sudeste de la ciudad, respectivamente.

Con el fin de la dictadura, el proyecto quedó paralizado.

Ramón Bautista Mestre lo retomó. A mediados de 1988, Ferrocarriles Argentinos cedió a la empresa Ferrourbanos SA la explotación del ramal de 14 kilómetros que une la estación Mitre con la estación Flores. Sin embargo, la idea no avanzó en la intendencia de Rubén Martí.

En 2000, Germán Kammerath lanzó un nuevo esquema de transporte urbano que se complementaría, tras cuatro años, con el Ferrourbano. Sin embargo, la crisis de 2001 truncó el nuevo esquema y los cordobeses terminaron viajando en cospeleros.

En 2003, el sistema volvió a ser prometido. José Manuel de la Sota, en el medio de la campaña por su reelección, anunció un “tren metropolitano” que se pondría en marcha en tres años.

En 2006, Luis Juez volvió a hablar del Ferrourbano. Y hasta apareció el entonces secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime, impulsando el proyecto.

En 2008, Jaime (hoy preso) anunció el tren urbano para unir, en una primera etapa, las estaciones Rodríguez del Busto y Mitre. El 15 de abril de 2009, el exfuncionario aprobó otro presupuesto de Ferrocentral, esta vez para rehabilitar ese tramo y por 106,1 millones de pesos.

En junio de ese año, días antes de las elecciones legislativas nacionales, se puso en marcha el tramo entre Alta Córdoba y Rodríguez del Busto, con cuatro frecuencias diarias y a modo experimental. Y nunca abandonó ese estado hasta 2012, cuando ya era sólo un tramo del Tren de las Sierras. Nunca llegó a la estación Mitre ni a la estación Flores.

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